Continuando con GTD, un aspecto clave para su puesta en marcha y correcto funcionamiento son las revisiones.
Por un lado, cada vez que sea necesario cambiar de tarea, o que se produzca un cambio de contexto, deberá revisarse la lista de próximas acciones. Ello permitirá mostrar la lista de tareas entre las que se ha de escoger.
Por otra parte, las revisiones son imprescindibles para mantener la confianza en la memoria externa. Para ello se realizan dos tipos de revisiones: la revisión operativa o diaria y la revisión semanal.